Paraje donde sucedieron los hechos: al pié de la Cuesta del Caracol dirección barriada «La Pañoleta» en Camas. Allí surtió efecto la traición.
Allí dejamos un ramo de flores l@s compañer@s del SOV de Camas y SOV de Huelva de la CNT-AIT. Allí se leyo un comunicado.
Aquí reproducimos el texto. Sobran las palabras. Insistiremos.
Desde el 26 de abril en que fuera
registrado en el Ayuntamiento de Camas un escrito, iniciativa del Sindicato de
Oficios Varios de Camas, propuesta con dos puntos fundamentales:
1º.- La oficialidad permanente y conmemorativa, no
día festivo, del día 19 de julio como el día de la Columna Minera.
2º.- El cambio de denominación de
esta rotonda, si es que posee alguna denominación, o establecer la denominación
de “PLAZA COLUMNA MINERA”.
El escrito fue enviado tanto a la
Corporación como a las dos fuerzas políticas mayoritarias: PSOE e IU, para que
lo elevaran al Pleno Municipal cuestión esta que no se ha llevado a cabo hasta
el momento.
Es de justicia que aquellos
mineros, aquellos primeros antifascistas e improvisados milicianos en su
mayoría de la cuenca minera onubense que llegaban por la Cuesta del Caracol
para oponerse, junto a sus compañeros y trabajadores sevillanos, al cruel y
sanguinario Golpe de Estado contra la República legalmente constituida,
protagonizado por el General Queipo de Llano en la capital hispalense y que
fueron traicionados, emboscados y represaliados en este lugar por aquel
comandante de la Guardia Civil Gregorio Haro Lumbreras que, con órdenes del
Gobierno Civil republicano de Huelva, debía apoyarlos.
Es de justicia que reparemos
aquellos sucesos en aras de la memoria y de la libertad.
Es de justicia oficializar el
homenaje a aquella Columna Minera, la entrega desinteresada de aquellos
desprendidos hombres que, en buena parte, acabaron muertos en la refriega de la
emboscada o fusilados para escarnio de aquella sociedad andaluza mediante
juicios sumarísimos, o lo que es lo mismo, condenas sin juicio, sin defensa ni
garantías.
Con el silencio y el olvido no se
cierran las heridas, las profundas heridas que aún llevamos abiertas. Los
pactos políticos así lo decidieron: el olvido y el silencio para el bando
perdedor en aquella contienda civil de 1936 a 1939 y el reconocimiento al bando
nacional triunfador y a sus muertos. Así no se cierran las heridas, así sólo se
acuna el odio y el rencor que volvió a aparecer en la fallida intentona de
Golpe de Estado de Tejero en 1982. Allí hubo una consigna entre los herederos
de los anteriores vencedores: si triunfa el golpe, manos a la obra.
A los partidos políticos y al
Pleno del Ayuntamiento de Camas sólo les pedimos un compromiso sobre los dos
puntos señalados al principio de este monólogo, porque las heridas hay que ir
cerrándolas en base a potenciar y ampliar la Ley de la Memoria Histórica que ya
tenemos.
Sin escondernos, sin olvidar, sin
callar…
SOV de Camas. 19/07/2010