8 de junio. Huelga de funcionari@s
¿sabes por qué?
– Porque l@s trabajador@s de los servicios públicos llevamos muchos años perdiendo poder adquisitivo. Actualmente, y en contra de lo que se cree popularmente, much@s de nosotr@s cobramos entre 1.100 y 1.300 euros. Con la reducción impuesta por el gobierno, la mayoría de l@s que tenemos esos salarios pasaremos a ser mileuristas.
– Porque a pesar de lo que se dice, en España hay 2.600.000 trabajador@s en el sector público, es decir, un 14% de la población que trabaja. Es el porcentaje más bajo de los países del entorno, a excepción de Portugal. En Francia los funcionari@s representan el 29%; en Suecia el 34%; en Bélgica el 32% y en Finlandia el 26,4% de la población ocupada.
– Porque desde hace dos décadas, la tasa de reposición de efectivos (es decir, el número de nuev@s funcionari@s) es del 25%; es decir que por cada cuatro que se jubilan, entra una persona en el sector público. Con los recortes dictados por el gobierno, esta tasa se rebaja al 10%; es decir, sólo se incorporará un@ por cada diez que se jubilen.
– Porque desde hace ya muchos años la inmensa mayoría de las plazas para nuevo ingreso en la administración son para policías y guardias civiles. Mientras tanto, se escamotean los puestos de trabajo en los servicios esenciales como educación y sanidad. De aquí a tres años se jubilará el 7% de los trabajadores del sector público estatal. Nadie los reemplazará. ¿Quién prestará esos servicios?
– Porque la mayoría de los servicios públicos se están privatizando a marchas forzadas desde hace muchos años, sustituyendo el empleo estable por empresas públicas y privadas, subcontratas y arrendamiento de servicios, todas ellas modalidades de trabajo precario, mal pagado, y sometido al designio de los políticos de turno. Actualmente, ya tan sólo el 60% de l@s trabajador@s del sector público son funcionari@s.
– Porque es completamente falso que los recortes decretados por el gobierno para los funcionarios, los pensionistas y los trabajadores en general, sirvan para reducir el déficit público, mejorar la situación económica o reducir el paro. Con ellos, el gobierno tan solo acata las órdenes dictadas por los poderes financieros nacionales e internacionales.
Todos los recortes y la anunciada reforma laboral solo servirán para traer más paro y para que se cierren más empresas. Eso sí, aseguran que los grandes capitalistas podrán seguir nutriéndose de nuestros salarios, de las pensiones y de las prestaciones que perciben los más desfavorecidos.
Si ningún gobierno es capaz de salir de esta espiral impuesta por el capital, entonces, ¿para qué los queremos? ¿a quiénes están sirviendo los partidos y el parlamento?