Esta vez el lugar elegido para que el piquete informativo realizara su labor de dar a conocer las poco delicadas estratagemas del Concejal Mayor de la Entidad Menor de La Redondela fue… su coqueta playa…
Bajo el pinar que separa la carretera de La Antilla a Isla Cristina
(con la rotonda de acceso a La Redondela y el campig Taray) un numeroso
grupo de compañeros de CNT Huelva, apoyados por compañeros de Camas y
Granada, tomaron los dos accesos a la Playa para elogiar la labor de
«Cavanillas», el Concejal Mayor, arramplando con todo lo que pilla y
poniendo de patitas en la calle a nuestro compañeros Kano, delegado de
la sección sindical de CNT-AIT y ex trabajador de la Entidad Menor de la
Redondela. Con un expediente disciplinario con muchos errores y en fase
de apertura no se pude echar a nadie, señor Cavanillas. Y menos, una
vez despedido nuestro compañero, mandan (desde el Ayuntamiento) a un
municipal para hacerle entrega del nuevo expediente rectificado
cambiandoselo por el anterior.
No podemos creer que un político pueda cometer esos desmanes y engaños para perpetuarse en el «sillón». Por supuesto que nuestro compañero no cometió el error de devolver el anterior expediente, porque entre otras cosas tonto no es. Los errores se suelen pagar caros. Lo que este Sindicato en defensa de nuestro compañero y delegado de la sección sindical de CNT-AIT en la Entidad Menor de la Redondela quiere es hablar, negociar una salida airosa para las partes porque lo que está en juego no es el prestigio de nadie; lo que está en juego es el dinero público de los vecinos de La Redondela, aquel dinero que debe gestionar el Concejal Mayor «Cavanillas» para bien de la Entidad Menor, de los vecinos de La Redondela.
Que no, Cavanillas, que no. Que así con esos trapicheos, esas mentiras que cuentas o cuentan por ti y esos aires de cacique revenido por el tiempo no sirven para perpetuarse en el sillón. Nuestro compañero Kano sólo quería que se le respetara como trabajador de esa tu Entidad Menor y se le reconociese su formación y profesionalidad así como la de tod@s l@s demás trabajador@s. Que se les diera una estabilidad, que por cierto reconocen las leyes y se les escuchara como trabajador@s y profesionales. Y lo que se encuentran es la represión pura y dura de la mano de tu lugar teniente: la Jefa de Personal. Y es que, resulta, que para tener u obtener ciertos puestos es imprescindible ser un/a carnicer@ con los compañeros… y un/a ¿pelota puede ser?… y un/a confidente… Esa es la reserva de puestos de trabajo (los bueno trabajos) que sólo alcanzan los privilegiados. L@s otr@s ¿tienen opción?… cabe la posibilidad si se tiran al pozo a tu orden. Pero nuestro compañero no es de esos. Y así te va, Cavanillas, por tu mala cabeza y por fiarte, seguramente, de agradecid@s lameculos que te adulan allá donde camines.
Así te va, Cavanillas, así te va.