El próximo 16 de febrero se aprueba en el Parlamento andaluz el proyecto de ley por el que se crean las agencias de la Junta de Andalucia, dando así un paso de gigante en el camino de privatización de los servicios públicos andaluces que está llevando a cabo el PSOE.
La nueva ley de “reordenación” del sector público, que se anuncia como un pretendido ahorro, esconde unas intenciones muy diferentes. La externalización de servicios y funciones que se ha estado realizando a lo largo de las dos últimas décadas se culmina ahora al desintegrar lo que queda de la administración en unas cuantas “agencias” que funcionarán –de aquí a muy poco tiempo- de la misma manera a como lo han venido haciendo hasta ahora las empresas públicas. Total dependencia del PSOE, clientelismo, opacidad en el manejo de los fondos, condiciones laborales precarias, etc. Es decir, el fracaso que ha supuesto la privatización, se intenta curar con más dosis de la misma medicina. No tiene lógica alguna que para frenar el despilfarro que han constituido las empresas públicas se lleve la misma receta al conjunto de la administración.