Castellano | Català | Euskera | Galego | Asturianu
Este año hemos vivido una situación excepcional que nos ha permitido, en mayor o menor medida, contemplar los estragos de una sociedad cuyas prioridades están basadas en el capitalismo: el beneficio económico, la actividad frenética imparable y el consumo desmedido. Hemos contemplado atónitas como, una vez más, se priorizaba la economía a la vida. Lo cual supone, como todas sabemos, perder vidas humanas a cambio de salvar la temporada de verano o la de Navidad. No podemos olvidar que las nefastas consecuencias por causa de la COVID-19 han recaído especialmente sobre las mujeres trabajadoras, quienes hemos sido imprescindibles en la lucha contra la pandemia desde los sectores esenciales (limpieza, alimentación, sociosanitario, enseñanza, etc.). De nuevo, las mujeres trabajadoras hemos tenido que lidiar con los problemas de la conciliación. Esta vez, con una dificultad añadida: el teletrabajo.
Ante la evidente necesidad de proteger a las personas y de poner en valor los cuidados, desde la Confederación Nacional del Trabajo, en este 8 de Marzo nosotras reivindicamos el feminismo de clase, sindicalista y combativo, como nuestra mejor defensa. Un feminismo que transforme la vida desde la raíz y que ahonde en las claves para la consecución de una sociedad orientada al cuidado de la vida y a ponerla en el centro. Un feminismo que encuentre en el sindicato una herramienta eficaz para recuperar nuestras vidas, para protegerlas y para dignificarlas. Para conciliar vida y trabajo y para disponer de NUESTRO tiempo y priorizar lo importante.
Porque es en el sindicato donde, día a día, conquistamos nuestros derechos y ganamos terreno a la explotación y a la precariedad; a las horas extras obligadas y no remuneradas, a las jornadas interminables, a los cambios de horario que nos incapacitan para tener vida más allá del trabajo, a la discriminación y los abusos, a los despidos… En definitiva, a la falta de control sobre nuestro sustento y nuestras vidas.
Es en el sindicalismo combativo, donde recuperamos lo que es nuestro y trabajamos juntas para doblegar esa carga que suponen —especialmente a las mujeres— las dobles y triples jornadas con las que lidiamos a diario: en el trabajo, en la casa, durante la maternidad… Un sindicalismo desde el que luchamos para que estas cargas sean realmente repartidas y la responsabilidad sea compartida, para tener garantías y cuidados cubiertos para toda persona dependiente y para lograr conciliaciones que no supongan expulsar a las mujeres del trabajo.
Un sindicalismo útil y eficaz, un espacio de aprendizaje y de revisión, donde nosotras recordamos a las que nos precedieron y desde donde luchamos a diario por erradicar la violencia contra las mujeres, creando redes de apoyo reales que incidan sobre la vida de cada mujer y la mejoren a través de la defensa de nuestros derechos. Donde involucramos a todas las personas que conforman el sindicato para construir esa sociedad más justa que nos sostenga como personas y priorice la vida ante todo.
Por todo ello, es importante recordar que este 8 de Marzo, al igual que todos los días del año, es en el sindicalismo combativo, en CNT, el lugar donde podemos luchar desde un feminismo de clase, continuado y sostenido en el tiempo. Es por ello que nosotras debemos seguir aprendiendo, militando y siendo ejemplo en nuestros sindicatos: formando a otras mujeres, animando a más compañeras a formar parte del cambio, siendo todas partícipes y reconociendo nuestra capacidad.
Por un feminismo de clase, sindicalista y combativo, y por nosotras en CNT: ¡Viva el 8 de marzo y la lucha de las trabajadoras!
Penes de presó per fer sindicalisme
Enguany hem viscut una situació excepcional que ens ha permès, en major o menor mesura, contemplar els estralls d’una societat les prioritats de la qual estan basades en el capitalisme: el benefici econòmic, l’activitat frenètica imparable i el consum desmesurat. Hem contemplat atònites com, una vegada més, es prioritzava l’economia a la vida. La qual cosa suposa, com totes sabem, perdre vides humanes a canvi de salvar la temporada d’estiu o la de Nadal. No podem oblidar que les nefastes conseqüències a causa de la COVID-19 han recaigut especialment sobre les dones treballadores, els qui hem estat imprescindibles en la lluita contra la pandèmia des dels sectors essencials (neteja, alimentació, sociosanitari, ensenyament, etc.). De nou, les dones treballadores hem hagut de bregar amb els problemes de la conciliació. Aquesta vegada, amb una dificultat afegida: el teletreball.
Davant l’evident necessitat de protegir les persones i de posar en valor les cures, des de la Confederació Nacional del Treball, en aquest 8 de Març reivindiquem el feminisme de classe, sindicalista i combatiu, com la nostra millor defensa. Un feminisme que transformi la vida des de l’arrel i que aprofundeixi en les claus per a la consecució d’una societat orientada a cura de la vida i a posar-la en el centre. Un feminisme que trobi en el sindicat una eina eficaç per a recuperar les nostres vides, per a protegir-les i per a dignificar-les. Per a conciliar vida i treball i per a disposar del NOSTRE temps i prioritzar l’important.
Perquè és en el sindicat on, dia a dia, conquistem els nostres drets i guanyem terreny a l’explotació i a la precarietat; a les hores extres obligades i no remunerades, a les jornades interminables, als canvis d’horari que ens incapaciten per a tenir vida més enllà del treball, a la discriminació i els abusos, als acomiadaments… En definitiva, a la falta de control sobre el nostre manteniment i les nostres vides.
És en el sindicalisme combatiu, on recuperem el que és nostre i treballem juntes per a doblegar aquesta càrrega que suposen ?especialment a les dones? les dobles i triples jornades amb les quals breguem diàriament: al treball, a casa, durant la maternitat… Un sindicalisme des del qual lluitem perquè aquestes càrregues siguin realment repartides i la responsabilitat sigui compartida, per a tenir garanties i cures cobertes per a tota persona dependent i per a aconseguir conciliacions que no suposin expulsar a les dones del treball.
Un sindicalisme útil i eficaç, un espai d’aprenentatge i de revisió, on nosaltres recordem a les que ens van precedir i des d’on lluitem diàriament per erradicar la violència contra les dones, creant xarxes de suport reals que incideixin sobre la vida de cada dona i la millorin a través de la defensa dels nostres drets. On involucrem a totes les persones que conformen el sindicat per a construir aquesta societat més justa que ens sostingui com a persones i prioritzi la vida abans que res.
Per tot això, és important recordar que aquest 8 de Març, igual que tots els dies de l’any, és el sindicalisme combatiu, a CNT, el lloc on podem lluitar des d’un feminisme de classe, continuat i sostingut en el temps. És per això que nosaltres hem de continuar aprenent, militant i sent exemple en els nostres sindicats: formant a altres dones, animant a més companyes a formar part del canvi, sent totes partícips i reconeixent la nostra capacitat.
Per un feminisme de classe, sindicalista i combatiu, i per nosaltres a CNT: Visca el 8 de març i la lluita de les treballadores!
[8M] A nosa mellor defensa: feminismo de clase, sindicalista e combativo
Este ano vivimos unha situación excepcional que nos permitiu, en maior ou menor medida, contemplar os estragos dunha sociedade cuxas prioridades se basean no capitalismo: beneficio económico, actividade frenética imparable e consumo excesivo. Observamos abraiadas como, unha vez máis, a economía primaba sobre a vida. O que significa, como todas sabemos, perder vidas humanas a cambio de salvar o verán ou o Nadal. Non podemos esquecer que as nefastas consecuencias debidas ao COVID-19 recaeron especialmente nas mulleres traballadoras, que foron imprescindibles na loita contra a pandemia dos sectores esenciais (limpeza, alimentación, saúde social, ensino, etc.). De novo, as mulleres traballadoras tiveron que xestionar os problemas da conciliación. Esta vez, cunha dificultade engadida: o teletraballo.
Dada a evidente necesidade de protexer ás persoas e valorar os coidados, dende a Confederación Nacional do Traballo, neste 8 de marzo reivindicamos o feminismo de clase, sindicalista e combativo, como a nosa mellor defensa. Un feminismo que transforma a vida desde a raíz e afonda nas claves para acadar unha sociedade orientada a coidar a vida e poñela no centro. Un feminismo que atopa no sindicato unha ferramenta eficaz para recuperar as nosas vidas, protexelas e dignificalas. Para conciliar a vida e o traballo e ter tempo para NÓS e dar prioridade ao que é importante.
Porque é no sindicato onde, día a día, conquistamos os nosos dereitos e gañamos terreo coa explotación e a precariedade; ás horas extraordinarias forzadas e non remuneradas, ás xornadas de traballo interminables, aos cambios de horarios que nos impiden ter unha vida máis alá do traballo, á discriminación e aos malos tratos, aos despedimentos… En definitiva, á falta de control sobre os noso sustento e as nosas vidas.
É no sindicalismo combativo, onde recuperamos o que é noso e traballamos xuntas para dobrar a carga que supoñen, especialmente para as mulleres, as dobres e triplas xornadas ás que nos temos que enfrontar cada día: no traballo, na casa, durante a maternidade… Un sindicalismo desde o que loitamos para que estas cargas se repartan realmente e se comparta a responsabilidade, para ter as garantías e os coidados cubertos para todas as persoas dependentes e lograr conciliacións que non supoñan expulsar ás mulleres do traballo.
Un sindicalismo útil e eficaz, un espazo de aprendizaxe e revisión, onde lembramos ás que nos precederon e dende onde loitamos a diario para erradicar a violencia contra as mulleres, creando redes reais de apoio que afecten á vida de cada muller e a melloren a través da defensa dos nosos dereitos. Onde involucramos a todas as persoas que compoñen o sindicato para construír esa sociedade máis xusta que nos sostén como persoas e priorice a vida por riba de todo.
Por todas estas razóns, é importante lembrar que este 8 de marzo, como todos os días do ano, é no sindicalismo combativo, na CNT, o lugar onde podemos loitar desde un feminismo de clase, continuado e sostido no tempo. É por iso que debemos seguir aprendendo, militando e sendo un exemplo nos nosos sindicatos: formando a outras mulleres, animando a máis compañeiras a formar parte do cambio, sendo todas partícipes e recoñecendo a nosa capacidade.
Por un feminismo de clase, sindicalista e combativo, e por nós na CNT: ¡Viva o 8 de marzo e a loita das mulleres traballadoras!
[M8] Gure defentsarik onena: klaseko feminismoa, sindikalista eta borrokalaria.
Aurten ezohiko egoera bizi izan dugu, eta horri esker, neurri handiagoan edo txikiagoan, kapitalismoan oinarritutako lehentasunak dituen gizarte baten kalteak ikusi ahal izan ditugu, etekin ekonomikoa, jarduera frenetiko geldiezina eta neurriz kanpoko kontsumoa. Zur eta lur geratu gara, beste behin ere, ekonomiari bizitzari ematen baitzitzaion lehentasuna. Horrek, denok dakigun bezala, bizitza galtzea dakar, udako edo Gabonetako denboraldia salbatzearen truke. Ezin dugu ahaztu COVID-19aren ondorio kaltegarriak emakume langileengan izan direla bereziki, emakume langileok ezinbestekoak izan baikara pandemiaren aurkako borrokan funtsezko sektoretan (garbiketa, elikadura, erizaintza, soziosanitarioa, irakaskuntza, etab.). Berriro ere, emakume langileok kontziliazio-arazoei aurre egin behar izan diegu. Oraingoan, zailtasun gehigarri batekin, telelana.
Pertsonak babesteko eta zaintzak balioesteko premia nabarmena ikusita, Lanaren Konfederazio Nazionalak, Martxoaren 8 honetan, klaseko feminismoa aldarrikatzen du, sindikalista eta borrokalaria, gure defentsarik onena bezala. Bizitza errotik eraldatuko duen feminismoa, bizitza zaintzera eta erdigunean jartzera bideratutako gizartea lortzeko gakoetan sakonduko duena. Sindikatuan gure bizitzak berreskuratzeko, babesteko eta duintzeko tresna eraginkorra aurkituko duen feminismoa. Bizitza eta lana uztartzeko, GURE denbora librea eduki eta garrantzitsuena lehenesteko.
Izan ere, sindikatuan irabazten bait ditugu gure eskubideak egunez egun, esplotazioari eta prekarietateari aurre eginez, aparteko ordu behartuei eta ordaindu gabeei, lanaldi amaigabeei, lanetik harago bizitzeko ezgaitzen gaituzten ordutegi-aldaketei, diskriminazioari eta abusuei, kaleratzeei… Azken batean, gure mantenuaren eta bizitzaren gaineko kontrolik eza.
Borrokarako sindikalismoan, geurea dena berreskuratzen dugu, eta elkarrekin lan egiten dugu, egunero egiten ditugun lanaldi bikoitz eta hirukoitzek ? bereziki emakumeei ? eragiten diguten zama hori gainditzeko, lanean, etxean, amatasunean… Sindikalismo horretatik borrokatzen dugu, karga horiek benetan banatuak izan daitezen eta erantzukizuna partekatua izan dadin, mendeko pertsona ororentzat berme eta zaintza lanak eman eta euren bizitzak BIZI, beti ere lanetik kanporatuak izan gabe.
Sindikalismo baliagarri eta eraginkorra, ikasteko eta berrikusteko espazio bat, non guk gure aurrekoak gogoratzen ditugun eta emakumeen aurkako indarkeria desagerrarazteko egunero borrokatzen dugun sindikatua, emakume bakoitzaren bizitzan eragina izango duten eta gure eskubideen defentsaren bidez hobetuko duten benetako laguntza-sareak sortuz, emakume bakoitzaren bizitzan eragiteko eta gure eskubideen defentsaren bidez hura hobetzeko. Bertan, sindikatua osatzen duten pertsona guztiak inplikatuz, pertsona duinak bihurtu eta beste ezeren aurretik bizitzari lehentasuna emanez, berdintasunezko gizarte batean oinarrituz.
Hau guztiagatik, garrantzitsua da gogoraraztea Martxoaren 8 hau, urteko egun guztietan bezala, sindikalismo borrokalaria, CNTn, borroka egin dezakegula klaseko feminismotik, etengabe eta iraunkor. Horregatik, guk ikasten, militatzen eta eredu izaten jarraitu behar dugu gure sindikatuetan, beste emakume batzuk trebatzen, kide gehiago aldaketaren parte izatera animatzen, denak partaide izaten eta gure gaitasunak mahai gainean jarriz.
Klaseko feminismo sindikalista eta borrokalari baten alde, gure alde CNTn, Gora martxoaren 8a eta emakume langileon borroka!
[8M] La nuesa meyor defensa: feminismu de clase, sindicalista y combativu.
Anguaño vivimos una situación esceicional que nos permitió, meyor o pior, agüeyar los estragos d’una sociedá nes que les prioridaes tán basaes nel capitalismu: el beneficiu económicu, l’actividá frenética imparable y el consumu desmedíu. Contemplamos pasmaes como, una vegada más, priorizábase la economía a la vida. Lo cualo supón, como toes camentamos, la perda de vides humanes en cuenta de salvar la temporada de branu o la de Nadal. Nun podemos escaecer que les nefastes conseqüencies causaes pola COVID-19 recayeron especialmente sobro les muyeres trabayadores, les que fuimos imprescindibles na llucha escontra l’andanciu dende los sectores esenciales (llimpieza, alimentación, sociosanitariu, enseñanza, etc). De nuevu, les muyeres trabayadores tuviemos que trepar colos problemes de la conciliación. Esta vuelta, con una dificultá amestada: el teletrabayu.
Énte la evidente necesidá de protexer les persones y de poner en valir los cuidos, dende la Confederación Nacional del Trabayu, nesti 8 de Marzu nosotres reivindicamos el feminismu de clase, sindiclista y combativu, como la nuesa meyor defensa. Un feminismu que tresforme la vida dende’l raigañu y qu’afonde nes claves p’algamar una sociedá empobinada al cuido de la vida y a ponela nel centru. Un feminismu qu’atope nel sindicatu una ferramienta eficaz pa recuperar les nueses vides, pa protexeles y dignificales. Pa conciliar vida y trabayu y pa disponer del nuesu tiempu y priorizar lo importante.
Porque ye nel sindicatu au, día tres día, conquistamos los nuesos drechos y ganamos tarrén a la esplotación y la precariedá; a les hores extres obligaes y non remuneraes, a les xornaes interminables, a los cambeos d’horariu que mos incapaciten pa tener vida darréu del trabayu, a la discriminación y los abusos, a los despidos’ En definitiva, a la falta de control sobro’l nuesu sustentu y les nueses vides.
Ye nel sindicalismu combativu onde recuperamos lo que ye de nueso y trabayamos xuntes pa valtiar la carga que supón ‘ especialmente a les muyeres ‘ les dobles y triples xornaes coles que trepamos a diariu: nel trabayu, nel llar, metanes la maternidá’ Un sindicalismu dende’l que lluchamos pa qu’estes cargues seyan repartíes y la responsabilidá compartida, pa tener grantíes y cuidos cubiertos pa toles persones dependientes y p’algamar conciliaciones que nun supongan expulsar a les muyeres del trabayu.
Un sindicalismu útil y eficaz, un espaciu de deprendizaxe y de revisión, au nosotres recordamos a les que nos precedieron y dende au lluchamos a diariu por desaniciar la violencia escontra les muyeres, creando redes de sofitu riales qu’incidan sobro la vida de cada muyer y la meyoren al traviés de la defensa de los nuesos drechos. Au involucramos a toles persones que conformen el sindicatu pa construyir esa sociedá más xusta que mos caltenga como persones y priorice la vida énte too.
Por too ello, ye importante recordar qu’esti 8 de Marzu, igual que tolos días del añu, ye’l sindicalismu combativu, la CNT, el llugar dende’l cualu podremos lluchar pol feminismu de clase, continuáu y calteníu nel tiempu. Ye por ello que nosotres tenemos de siguir deprendiendo, militando y siendo un exemplu nos nuesos sindicatos: formando a otres muyeres, animando a más compañeres a formar parte del cambéu, siendo toes partícipes y reconociendo la nuesa capacidá.
Por un feminismu de clase, sindicalista y combativu, y por nosotres en CNT: ¡Puxa’l 8 de Marzu y la llucha de les trabayadores!
La entrada [8M] Nuestra mejor defensa: feminismo de clase, sindicalista y combativo se publicó primero en Confederación Nacional del Trabajo.