Desde el inicio de la crisis económica, la CNT ha defendido la huelga general como principal herramienta de la clase trabajadora contra los ataques de la banca y la patronal.
Rechazamos la negociación a la que el sindicalismo de concertación llamaba al gobierno para suavizar la reforma laboral tras la huelga general del 29M. Del mismo modo hemos rechazado los planteamientos de la llamada cumbre social, de eliminar sólo los excesos más flagrantes del gobierno del PP, manteniendo el núcleo del sistema económico y político que nos ha colocado en esta situación, así como sus intentos de desviar y dilatar la respuesta social con propuestas inútiles como la exigencia de un referendum.
La dura situación social exige una respuesta contundente, creciente y continuada que rompa ataduras con el entramado político y económico que la ha originado y de la que se beneficia y las complicidades con el mismo.
Tras meses de dudas, CCOO y UGT convocarán huelga general el 14N, arrastrados, de un lado, por el malestar social creciente y la movilización en la calle y, de otro, por las continuas medidas antiobreras de un gobierno al servicio de élites financieras y patronales sin intención alguna de ceder migajas que permitan al sindicalismo institucional justificar su papel.
CNT ha acordado convocar huelga general el próximo 14 de noviembre, y lo haremos de forma diferenciada y con nuestras propias reivindicaciones y planteamientos. Decimos que esta huelga es necesaria pero no suficiente y llamamos a llevarla más allá del guión esteril y frustrante al que nos tiene acostumbrado el sindicalismo institucional.