Desde la CNT Adra, lejos de entrar en la guerra de cifras que habitualmente, siguen a este tipo de protestas laborales nos quedamos con uno de los aspectos menos valorados de la huelga. Ha conseguido aglutinar, un sector que cuenta con miles de trabajadores y trabajadoras, fijas discontinuas y eventuales y bastante desorganizado sindicalmente en torno a una reivindicación muy básica: “Queremos vida”. Con jornadas que alcanzan las 11, 12, 13 o 14 horas, sin posibilidad de conciliar o disfrutar de vacaciones pagadas, con unas retribuciones marcadas por el SMI y una estabilidad nula por el abuso fraudulento de la contratación temporal, el conflicto que ha estallado ahora, ya se prefiguraba en 2016 con el cierre en falso de la anterior negociación colectiva. Entonces, no se dirimieron a fondo los problemas estructurales de unas singulares condiciones de trabajo que rozan los límites la legislación laboral actual. Por otra parte, lo que nadie puede discutir, es que la huelga, ha sacado a la palestra la precariedad laboral en la que están sumidas unas 25000 trabajadoras y trabajadores en el sector del manipulado. El milagro económico almeriense, no debe sustentarsese en la explotación laboral con unas comerzializadoras facturando cientos de millones de euros por una lado, y decenas de miles de trabajadoras percibiendo el SMI, no percibiendo el exceso de jornada como horas extras y sumidas en una absoluta precariedad laboral. Un ejemplo didáctico, de la vigencia y de la necesidad de la lucha de clases a la que desde las autoridades estatales y, especialmente autonómicas, llevan tiempo poniendo sordina o alineándose con los intereses de las comerzializadoras.
Por eso, esta huelga ha trastocado por unos días, la violencia estructural de unas relaciones laborales, en las que la patronal se siente cómoda. En ella se basan para imponer unilateralmente sus condiciones de trabajo en las empresas. La huelga cambió esto por unos días, y muchos empresarios, se pusieron nerviosos. Alentaron a sus periodistas a difundir en sus publicaciones y medios que la huelga tenía un seguimiento nulo. Al mismo tiempo, solicitiban a la Subdelegación del Gobierno la protección de la Guardia Civil para ellos y sus empresas. Algunas comercializadoras anunciaban una subida del 2% a su plantilla como medida disuasoria para que no secundaran la huelga. Desde, algunas mercantiles, llegó a pedirse incluso a los propios agricultores, que envasaran ellos sus propias hortalizas y lo más grave, los incidentes que los empresarios más exaltados protagonizaban con los piquetes intentando atropellar o agredir a las huelguistas que secundaban el paro. Concluyendo, muchas molestias se tomaron para minimizar el efecto de una huelga que según ellos mismos, calificaban de nula.
Desde CNT sabemos que sin conflicto no hay mejoras sustanciales, incluso para la consecución de la actual plataforma reivindicativa negociada por los sindicatos mayoritarios y que desde la central anarcosindicalista, calificamos de moderada. Esta es la primera conclusión que deben extraer las trabajadoras y trabajadores y proyectarlas en sus respectivas organizaciones sindicales. Y para que la negociación no transcurra por los derroteros de antaño, cualquier acuerdo que se rubrique debe contar con el aval de las asambleas de cada centro de trabajo. ¡Si nadie trabaja por ti que nadie decida por ti! El manipulado en Almería se merece un convenio del siglo XXI y llegará si perseveramos en la lucha. Nuestra afiliación lo tiene claro: ¡Huelga indefinida si hace falta! ¡Ya se está tardando en retomar de nuevo las movilizaciones!
La entrada CNT hace balance de 4 días de huelga en el sector del manipulado de Almería se publicó primero en Confederación Nacional del Trabajo.