Grupo Tubos Reunidos ha presentado su Plan Estratégico para los próximos años. Desde la sección sindical de CNT la lectura que hacemos del mismo es que están preparando al Grupo para su posible futura venta a algún grupo más grande, por lo que este plan no es más que una reestructuración a diferentes niveles para hacer más atractiva su venta.
Para ello el Grupo plantea aumentar la competitividad, que significa un mayor control sobre todo movimiento de los y las trabajadoras (la «cultura del dato» que citan en el Plan). Sobre la «cultura del dato», ya hay ejemplos como el de la multinacional Amazon, que monitoriza a sus empleados con algoritmos que penaliza la productividad por ir al baño, entre otras medidas de control.
En aras de mejorar esa competitividad, se va a seguir apostando por profundizar en la polifuncionalidad de puestos de trabajo, algo a lo que hacemos frente cada día. Esto repercute negativamente en la calidad del trabajo y en la generación de puestos de trabajo. Más cuando el reparto del trabajo debe ser una de las máximas: cuando hacemos funciones de todo tipo, estamos ahorrando a la empresa contratar trabajadores, tirando piedras sobre nuestro propio techo.
Se habla de renegociar la situación financiera. Ha de quedar claro que los acreedores van a exigir a la empresa medidas en contra de los y las trabajadoras, como suele ser habitual en estos casos; y más cuando uno de los objetivos a medio plazo es vender la empresa. De manera implícita se está poniendo sobre la mesa el empeoramiento de nuestras condiciones para poder acceder a esa refinanciación.
La política que plantea el Grupo es la de despidos negociados, en un contexto en el que sobra carga de trabajo.
Se plantean cierres parciales o totales de plantas (Acecsa, Acería de Productos Tubulares) como medio para hacer al Grupo más atractivo para su venta, pero no desde un punto de vista productivo, ya que estas siguen siendo viables. Y sobre nuevas plantas (Amurrio), queda claro que va a ser una reestructuración de procesos productivos dentro del Grupo, no la creación de algo nuevo.
La empresa ha recibido 112,3 millones de euros del SEPI mediante el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas; pero en el Plan sólo se ha hablado de 60 millones de inversiones. ¿A dónde ha ido el resto?
Desde la sección sindical de CNT, creemos que este Plan Estratégico no apuesta por la continuidad de la empresa (más allá de su venta), y que se queda en meras medidas cosméticas para su venta, entre las que se encuentran el empeoramiento de las condiciones de los y las trabajadoras, que somos quienes generamos los beneficios de la empresa.
Por eso el Plan Estratégico debería apostar por recuperar el control de la empresa, acabando con movimientos de control especulativos; apostar por inversiones que generen empleo, apuesten por la viabilidad de todos los centros del grupo y reconviertan la empresa en un ejemplo de sostenibilidad ambiental, etc?
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