El pasado 1 de Abril el Gobierno publicó el Real Decreto-ley 2/2023, de 16 de marzo, de medidas urgentes para la ampliación de derechos de los pensionistas, la reducción de la brecha de género y el establecimiento de un nuevo marco de sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Con ese pomposo nombre se pretende aparentar un avance en el asunto de las Pensiones, pero no es más que manejo del lenguaje para camuflar el regalito de Semana Santa que nos tenía guardado este gobierno “progresista”: consolida el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, aumenta del periodo de cálculo de la pensión a 29 años (en los 80 era de dos años) y continúa en la senda de la privatización del Sistema Público de Pensiones.
El gobierno cree que las trabajadoras nos dejamos engañar con un plato de lentejas. Mientras ellos, gobierno, patronal y sindicatos colaboracionistas, se frotan las manos con la reforma de las pensiones pactada con la Unión Europea que sitúa al país en la línea de salida de la privatización de las pensiones públicas, nosotros trabajadores/as en activo, sabemos que esta reforma se alinea claramente con el mandato del capitalismo-neoliberal formulado ya en el año 94 en el informe del Banco Mundial -envejecimiento sin crisis-
La última reforma de las pensiones del gobierno sigue, aunque por caminos tortuosos, las indicaciones de la Unión Europea y su plan (2018) de crear un Producto de Pensiones Paneuropeo, que vincule a todas las trabajadoras dentro de sus fronteras en la línea que exigen los bancos y los mercados financieros. Es esta la razón, y no otra, la que ha guiado los pasos dados por el gobierno desde que se constituyó, con los dos partidos autodenominados progresistas.
Diferentes excusas alimentan las reformas que se vienen produciendo desde antes del año 1994, pero los últimos diez años han sido de un descarado cinismo por parte de los distintos ejecutivos, que nunca más lejos de favorecer los intereses de trabajadoras y pensionistas, no hecho otra cosa más que endurecer las condiciones de acceso de las trabajadoras a las pensiones y de producir constantes recortes, bajo el absurdo pretexto de armonizar y hacer viable, para el futuro, el sistema público de pensiones.
Podrán tímida y retorcidamente hacer reformas en las pensiones, pero lo cierto es que aún a pesar del bombo y platillo desplegado por los medios de comunicación burgueses y el esfuerzo del gobierno en su totalidad, han hecho una reforma que endurece aún más el acceso a las pensiones públicas, tanto a corto y medio plazo; el largo plazo lo dejan al azar de las compañías de fondos privados de pensiones mundiales.
No debemos consentirlo y por ello ahora toca, movilizarse y luchar en las calles y en los puestos de trabajo, para que no lleven a la bancarrota a las actuales trabajadoras, futuras pensionistas. Sigamos el ejemplo de la clase trabajadora de Francia, que está impidiendo con la lucha en las calles cualquier retroceso en sus derechos de jubilación, y que señalan claramente a Black Rock como una de las grandes beneficiadas: la empresa buitre con más activos del mundo.
Creemos las condiciones para que, si es preciso, llamemos a las trabajadoras a una huelga general en defensa de su presente y su futuro.
Desde CNT animamos a participar en las movilizaciones en defensa de las Pensiones para el 15 de Abril, o en fechas próximas, para dejar claro que gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden.
La entrada Contra el nuevo Decreto de las pensiones y sus planes de privatización. Llamamiento a la movilización se publicó primero en Confederación Nacional del Trabajo.