La CNT de Córdoba ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Córdoba por infracción e incumplimiento de las normas de legislación social por parte de la empresa de reparto a domicilio Glovo, que funciona en la ciudad desde el año pasado.
La CNT afirma que la relación que une a Glovo con sus repartidores es de carácter laboral y que por tanto, éstos son falsos autónomos. Así se viene afirmado desde varios Juzgados de lo Social y desde la Inspección de Trabajo, aunque no de forma unánime.
La central sindical denuncia que los “empleados” de Glovo son trabajadores, a diferencia de lo que sostiene la empresa. Esta consideración tiene importantes consecuencias para quienes prestan servicios para la empresa, ya que carecen de los derechos laborales que la ley y los convenios colectivos les otorgan.
La “política” de contratación empleada por Glovo, según la CNT, no es nueva, sino que afecta a muchos sectores y está dirigida a reducir costes empresariales, descargándolos sobre los trabajadores, que ven mermadas sus condiciones laborales y se ven obligados a prestar servicios en condiciones precarias.
Entre los argumentos que la CNT enumera en su denuncia, destacan que es Glovo quien marca el precio del trabajo del repartidor, el cual carece de capacidad de negociar el valor de su trabajo, característica crucial de los autónomos. Por otra parte, los repartidores están obligados a utilizar en su indumentaria el símbolo y la publicidad de Glovo. Es decir, estas personas trabajan única y exclusivamente para una marca, sin capacidad de vender al público su producto empresarial y sin poder
publicitar su propia empresa. Además, es Glovo la que posee los auténticos medios de producción, que son la aplicación y la web.
A ello se le añade, según indica CNT, que Glovo da las instrucciones precisas acerca de cómo realizar el servicio, fija tiempos y normas de comportamiento, geolocaliza al repartidor, establece las franjas de reparto y controla a los trabajadores mediante un grupo de telegram. En resumen, funciona como un empresario que utiliza su poder directivo para organizar el trabajo.
El sindicato considera que la política de contratación de Glovo forma parte de la estrategia neoliberal de eliminar la protección que proporciona el Estatuto de los Trabajadores. De esta manera, empresas como Glovo o Deliveroo aumentan de manera exponencial sus beneficios económicos, evitan la aplicación de convenios y normativa laboral, reducen costes y cargan estos sobre la mochila de los repartidores que se enfrentan a una doble problemática: por un lado han de continuar
cumpliendo órdenes empresariales para poder seguir subsistiendo, y por otro lado, se hacen cargo de costes propios del empresario (impuestos,
seguridad social, etc).