Desde el sindicato CNT queremos expresar nuestro más sentido pésame a las familiares y allegados de las víctimas de la masacre de Melilla del día 24 de junio.
Exigimos que los cuerpos de todas y cada una de las víctimas sean identificados, que sus familias sean informadas de su fallecimiento, así como de las circunstancias de este y que los cuerpos sean repatriados a sus lugares de origen siendo entregados a sus allegados para que puedan recibir una sepultura digna. Tales gastos deben correr a cargo de los gobiernos español y marroquí.
- También exigimos que se abra una investigación independiente para esclarecer con detalle lo sucedido realizándose autopsias por médicos independientes. Estas autopsias han de realizarse a todos y cada uno de los fallecidos ya que nos encontramos ante muertes por causa violenta.
Igualmente demandamos la dimisión inmediata de los ministros del Interior de ambos países, por estas cuarenta y cinco personas asesinadas.
La propia indefinición de las cifras que se están aportando da idea de la magnitud del crimen y de los intentos de ocultar la verdad, puesto que, mientras algunas fuentes sobre el terreno elevan la cifra a cuarenta y cinco el número de muertos, la gendarmería marroquí solo aceptaba cinco, luego, dieciocho y, finalmente, veintitrés. Es evidente que las cifras de la gendarmería marroquí carecen de credibilidad. Y su fiabilidad cae más todavía, al intentar ocultar las evidencias de la masacre, con la complicidad del Gobierno de España: enterrar los cadáveres a toda prisa, sin identificarlos, sin autopsias y deportando rápidamente a los testigos de la masacre que son claves para dilucidar el crimen.
Y qué decir de las declaraciones del Presidente de Gobierno español, felicitando a la gendarmería marroquí que tuvo a personas moribundas amontonadas, sin recibir atención médica y golpeándolas cuando no se podían mover. Esos malos tratos y la omisión de socorro condujeron a las muertes que el gobierno debería haber condenado.
Son asesinatos que deben ser juzgados sin olvidar jamás el ensañamiento y la alevosía que se evidencian en las acciones de la policía marroquí.
La política de fronteras de la Unión Europea y Marruecos y la propia existencia de las fronteras es inoperante e inadmisible, frente a las crecientes desigualdades que provoca el capitalismo y los movimientos de personas de las zonas saqueadas por él y agravadas por la crisis climática actual.
La CNT defiende y siempre defenderá el derecho a la libre circulación, el derecho a viajar y a migrar para mejorar las condiciones de vida. Y también defendemos el derecho a no migrar, es decir a que todos los seres humanos tengan unas condiciones de vida dignas, en su lugar de origen, para no verse obligados a dejar su tierra, si no lo desean.
Por eso las anarcosindicalistas rechazamos la existencia de fronteras, defendemos la igualdad de derechos y la libre circulación, a la vez que luchamos por el reparto de la riqueza y del trabajo que no expulse a la gente de sus lugares de origen.
El saqueo por parte de las multinacionales y la crisis climática están golpeando África, provocando la huida de millones de personas de sus lugares de origen. La actual guerra de Ucrania no solo aumenta el precio de los alimentos en Europa, sino que está creando junto con el calentamiento global, hambrunas a nivel mundial.
Los refugiados climáticos deben ser reconocidos como tales y que España cumpla, de una vez por todas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos que está incumpliendo flagrantemente en sus artículos 1,2,3, 5, 6, 7,8,9,10,12,14 y 28.
Condenamos la vulneración del Derecho de Asilo por parte de España atendiendo a criterios abiertamente racistas. Rechazamos la criminalización que pretende hacer Pedro Sánchez de las víctimas, adoptando el lenguaje y marco conceptual de la extrema derecha hablando de “ataques a la integridad territorial”. Trabajadoras y trabajadores africanos no están invadiendo nada…, huyen de guerras y piden asilo como viene recogido en la legislación internacional.
Saltan una valla porque la Unión Europea y España están incumpliendo la legalidad internacional y lo hacen para no morirse de hambre, ya que la policía marroquí ha prohibido la venta de comida a las personas negras.
Por un mundo sin estados, ni fronteras, exigimos responsabilidades ante la masacre de Melilla y llamamos a la movilización conjunta y sostenida en el tiempo animando a las compañeras y compañeros africanos a ponerse en contacto con la CNT-CIT o directamente con la Confederación Internacional del Trabajo para coordinarnos en esta lucha.
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