El próximo 9 de abril comienza el juicio contra nuestros compañeros Jorge y Pablo por los sucesos que tuvieron lugar en Logroño durante la huelga general del 14 de noviembre de 2012. Que seis años después continuemos hablando de esta jornada subraya la trascendencia que tuvo entonces. Fue el segundo y último gran paro general realizado con el fin de frenar las políticas económicas del Gobierno del Partido Popular. El éxito de movilización con que se saldó puso en evidencia el descontento social ante los recortes de Mariano Rajoy y sus secuaces.
Pero aquel no solo fue un día de rabia, sino también de miedo hacia unas calles a punto de estallar. A pesar de que el 15M ya había desbordado la capacidad de convocatoria de las estructuras políticas y sindicales tradicionales, tanto el Gobierno como la patronal precisaban unos interlocutores de confianza, que se apresten a cualquier tipo de componendas, por lo que era perentorio contener de alguna forma a los elementos de la protesta más activos y rupturistas.
Ese fue el telón de fondo delante del cual se desarrollaron una serie de actuaciones de marcada índole represiva. En Logroño concretamente la diana se fijó en la Confederación Nacional del Trabajo. Jorge y Pablo son reconocidos miembros de la CNT de dicha ciudad; al detenerles y encausarles, se daba también un contundente golpe a un sindicato que aquel 14 de noviembre consiguió encabezar una manifestación multitudinaria y congregar a miles de personas frente al palacete donde se cobija el presidente autonómico, al margen del resto de sindicatos.
No caben otro tipo de interpretaciones. Al día siguiente las fuerzas políticas y empresariales de la región aplaudirían una discutible actuación policial que dejó dos heridos graves y varios manifestantes contusionados, además de dos vidas militantes que pasaban a verse hipotecadas con el oscuro montaje judicial que se había armado en torno a ellas. De esta forma celebraban también que CNT, en vez de dedicarse a las tareas sindicales que le son propias, tenía que emprender una larga y difícil singladura para apoyar a sus compañeros procesados, Jorge y Pablo, dos cenetistas que acudieron a la huelga a defender los derechos de tod@s en nombre de la Confederación.
Como es lógico, en CNT asumimos como propia la causa de Jorge y Pablo y animamos a acudir a los actos de apoyo y solidaridad con nuestros compañeros. Reclamamos la absolución de Jorge y Pablo y exigimos el fin de la represión contra las actividades sindicales. No queremos más sindicalistas y huelguistas pres@s, como Andrés Bódalo o Alfon; l@s necesitamos libres para proseguir con la lucha.