¿Es la libertad un producto manipulable?
Lo es,
indudablemente, desde cierto sector político. La educación y el
sistema de enseñanza posee vulnerabilidades y es harto hortera
vendernos el pin parental argumentando una muy necesaria
protección/control del conocimiento de nuestros menores. Pin
parental, es decir: la intervención del saber de nuestros hijos e
hijas. Único camino: el adoctrinamiento familiar o perpetuidad de
índole política. A cierto sector le sonará a buena costumbre, al
pueblo le suena a castración intelectual y a burla ¿acaso el
conocimiento es peligroso? Pregunto.
Es absurdo ¡burdo! intoxicar los nuevos vientos educativos que tratan de llevar a cabo programas de justicia social y planetaria, alimentaria.
Algo tan manido como voltear los valores contemporáneos alcanzados gracias a la lucha de clases con discursos rancios de prejuicio, miedo, ausencia de creatividad y futuribles. Eso pretenden hacer en una sociedad cada vez más diversa, siempre en movimiento, evolución y cambio. Por eso es absurdo ¡burdo! intoxicar los nuevos vientos educativos que tratan de llevar a cabo programas de justicia social y planetaria, alimentaria. Es obvio, que la ultra derecha ha encontrado un filón en materia educativa para pervertir los valores libertarios y cualquier debate distinto al que ellos quieren y lo hacen tratando a nuestra descendencia ultrajantemente como a conejillos de indias.
Y llegados a este pin de la vergüenza podemos observar otros campos alterados de la docencia, por ejemplo, en el territorio andaluz. A finales del 2019 se aprobó “la promoción y conocimiento de la actividad cinegética en los colegios” gracias a un pacto entre las derechas y en colaboración con la Federación Andaluza de Caza. Uno de esos titulares de noticia que pasa medio inadvertido en medio del silencio de los letreros y el barullo electoral. Incorporar la caza a la educación es chocante aunque todo depende de si se adorna astutamente con un poco de espíritu naturalista.
Estas nuevas generaciones deben dar un salto hacia delante en frentes educativos: valores, igualdad y ecología desde una perspectiva de clase.
Hemos sufrido un
flashback real a épocas grises. El pin parental supone una CENSURA a
ciertos contenidos, la cinegética una ORDEN IMPUESTA y qué decir de
la religión como asignatura sagrada, todo eso frente al libre
pensamiento, los avances en igualdad, las diferentes culturas y la
memoria histórica, ¡entonces qué!, ¿serán sacrificados?
Estas nuevas
generaciones deben dar un salto hacia delante en frentes educativos:
valores, igualdad y ecología desde una perspectiva de clase. Estos
tres ejes importantes han sido doblados al contrario (manipulados)
como si fuesen uniformes reversibles escolares y no han de retroceder
ni coartarse o ser manipulados ¡eso sí que es peligroso! Es la
sociedad civil la que perpleja asiste a un espectáculo tan
lamentable como la desorientación educativa de pines y acuerdos,
asignaturas sustentadas por intereses económicos que pretenden
inocular la tendencia ultraconservadora a través de la columna
vertebral de los currículums educativos.
La entrada El patético pin para papis y alguna asignatura pendiente más se publicó primero en Confederación Nacional del Trabajo.