E. H. – CNT METAL BIZKAIA | Bilbao | Extraído del cnt nº 421
El 10 de mayo, los Sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT presentaron en la Delegación de Trabajo de Bizkaia la convocatoria de cinco días de huelga en el Sector del Metal de Bizkaia, concretamente para el 23 de mayo y el 6, 7, 20, y 21 de junio. Estos cuatro sindicatos que conforman la Mesa negociadora presentaron una plataforma conjunta a la patronal del sector, la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM) cuyos puntos resumidos son los siguientes:
- Abono de atrasos desde el 1 de enero de 2018.
- En ningún caso un trabajador o trabajadora devolverá a la empresa incremento alguno recibido «a cuenta», si estos superan lo acordado en el convenio.
- Los incrementos se deben producir tanto en tablas como en salarios reales, para todos los y las trabajadoras que trabajan en el sector. Incremento salarial por cada año de vigencia de IPC+2 en tablas y de IPC + 1 en salarios reales.
- Derecho de subrogación.
- Blindajes ante la reforma laboral: Cláusula contra la inaplicación de las condiciones laborales y ultractividad indefinida.
- Reducción de jornada de 8 horas.
- Medidas que limitan la eventualidad y la contratación por ETT. Limitación de la aplicación de la flexibilidad en empresas donde se produzca fraude en la contratación.
- Medidas efectivas que avancen en la igualdad de género en el sector.
- Avances en materia de salud laboral, como objetivo prioritario.
- Adecuar el contenido del convenio al año 2019, incorporando cualquier avance en derechos que se haya producido desde la última negociación.
- Eliminación del lenguaje sexista.
Tras el primer día de huelga, con una manifestación muy concurrida en Bilbao (alrededor de 15.000 personas), en vista de que no había movimientos por parte de la FVEM se mantuvieron las fechas fijadas para el mes de junio.
El segundo día de huelga contó con una concentración en Barakaldo ante el edificio en el que se estaba celebrando la asamblea anual de Innobasque.
Al siguiente día, tercero de huelga, nueva manifestación en Bilbao, también muy concurrida y en la que se empezó a notar la presencia policial. Durante todo el recorrido de la manifestación se percibía que la tensión dentro de las movilizaciones iba en aumento.
El 17 de junio la FVEM y los cuatro sindicatos tuvieron una nueva reunión, la número veintiuno desde que se inició el proceso negociador, y al no existir ningún avance significativo se reafirmaron las convocatorias de un cuarto y quinto día de huelga para el 20 y 21 de junio.
El cuarto día de huelga centró las movilizaciones en manifestaciones comarcales en Ezkerraldea y Durangaldea, zona ésta última donde la Ertzaintza (Policía Autónoma Vasca) se hizo notar.
El convenio del metal de Bikaia afecta a 50.000 personas y que en muchas ocasiones su contenido ha servido de referencia para la negociación colectiva de otros sectores.
Y llegó el 21 de junio, quinto día de huelga en el plazo de un mes. La movilización principal tuvo como escenario nuevamente Bilbao. Dos columnas de trabajadores que partían de diferentes puntos de la capital para juntarse en la Gran Vía y discurrir por esa arteria de la Villa. Presencia policial abrumadora, miles de trabajadores y muchísima tensión en el ambiente dieron como resultado momentos de enfrentamiento pese a lo cual la manifestación pudo llegar hasta el final del recorrido donde diferentes oradores tomaron parte. El 15 de julio, ELA, LAB, CCOO y UGT anuncian la convocatoria de cinco jornadas de huelga que van del lunes 30 de septiembre al viernes 4 de octubre. La convocatoria la hacen en una rueda de prensa acompañados de los Sindicatos ESK, CGT, USO y CNT que sin estar presentes en la Mesa de Negociación estamos apoyando y participando en todas las movilizaciones.
En la rueda de prensa se recuerda que «esta unidad de lucha se basa en unos contenidos básicos que ayuden a superar la precariedad que se vive en el sector», de ahí que se hable de «salarios, jornada, derecho a la subrogación, igualdad entre mujeres y hombres, regulación de la eventualidad y utilización de ETTs y medidas para garantizar la salud laboral».
Se remarca «que se han secundado las huelgas masivamente: el 23 de mayo, primer día de huelga, tuvo un seguimiento superior al 70%; y en las huelgas posteriores esta cifra ha ido en aumento. La participación en las movilizaciones también ha ido aumentando» destacando «la foto del 21 de junio en las calles de Bilbao, una de las mayores movilizaciones sectoriales que recordamos en los últimos años».
Se hace hincapié en que la FVEM «miente y demuestra la desidia, dejadez y mal hacer día a día» y también se critica al Gobierno Vasco por utilizar «el silencio y la represión» enviando a la Ertzaintza «con el objetivo de generar tensión y condicionar las movilizaciones».
El 18 de julio, de cara a socializar el conflicto, se realizaron diferentes movilizaciones y concentraciones delante de empresas de referencia en las distintas comarcas de Bizkaia: en Bilbao frente a las oficinas de ELECNOR, en Muskiz frente a PETRONOR, en Erandio frente a ASTILLEROS MURUETA, en Durango frente a LAYDE STEEL, en Igorre frente a ORMAZABAL. Hasta aquí un breve resumen de lo acontecido por el momento.
¿Que valoración hacemos desde CNT-Metal de Bizkaia?
El convenio que se nos ha estado aplicando estos años es el de vigencia de 2008 a 2011, pero hemos de recordar que es de eficacia limitada, es decir, firmado en minoría ya que los sindicatos que estamparon su rúbrica no sumaban mayoría de representatividad. En realidad, el último convenio de eficacia general se remonta al año 2003.
Desde que a comienzos de 2018 se reabriese la Mesa Negociadora del Sector, nos consta que la FVEM planteaba que no era posible la negociación al existir cuatro plataformas sindicales.
Estamos hablando de un convenio que afecta a 50.000 personas y que en muchas ocasiones su contenido ha servido de referencia para la negociación colectiva de otros sectores.
Por parte de la CNT hemos de reconocer que estas movilizaciones son necesarias pero, seamos claros, tan necesarias como tardías porque conviene recordar que llevamos más de un lustro sin acciones de protesta como las que hemos vivido en los cinco días de huelga previos al «relajo vacacional», por ello hay que responsabilizar directamente a los cuatro sindicatos convocantes de la desmovilización existente a lo largo de los últimos años, en ocasiones más pendientes de esa pugna entre el vasquismo y el españolismo que todo lo contamina. Aún así, hay que valorar de forma positiva que a día de hoy ELA, LAB, CCOO y UGT hayan logrado consensuar una serie de reivindicaciones desmontando de esta manera la excusa de la FVEM de no negociar por existir diferentes plataformas sindicales.
La huelga es la herramienta más poderosa que tenemos los trabajadores, no sólo para defender los derechos ya conquistados, si no para conseguir más mejoras que vayan estrechando la franja existente entre los explotados y los explotadores.
Esta unidad puntual de los sindicatos «grandes» se ha hecho notar en las movilizaciones, principalmente en las manifestaciones que han discurrido por Bilbao, convirtiéndose en una demostración de fuerza trabajadora como hacia tiempo que no se veía.
Respecto a los puntos de la plataforma conjunta, con solo echar un rápido vistazo se llega a la sencilla conclusión de que no estamos ante propuestas de una magnitud que puedan dar un vuelco importante a lo ya existente pero, insistimos, en este momento, sin desmerecer las reivindicaciones concretas, preferimos destacar la importancia de que sea una plataforma conjunta. Mientras esta característica se mantenga, las posibilidades de que las movilizaciones den los frutos esperados ganan muchos enteros.
La FVEM cumple su papel, de ahí que su actitud no genere sorpresa. Beneficio empresarial a costa de precariedad laboral.
De no haber cambios a lo largo del mes de septiembre, volveremos a movilizarnos en los cinco días de huelga ya convocados. Somos conscientes de que hay una gran numero de trabajadores que siguen refugiados en la excusa de «las huelgas no sirven para nada». A estos permanentes abonados al esquirolaje hay que recordarles que UNA HUELGA NO SIRVE PARA NADA SI NO LA HACES. No es tan difícil de entender. La huelga es la herramienta más poderosa que tenemos los trabajadores, no sólo para defender los derechos ya conquistados, si no para conseguir más mejoras que vayan estrechando la franja existente entre los explotados y los explotadores.
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