Editorial | Viñeta La TiRa de RiTa, por Pepe Farruco | Extraído del cnt nº 428.
No somos ingenuos. La CNT no es ingenua, aunque sí genuina.
Cuando el gobierno de turno busca paz social, un eufemismo para la domesticación temporal de las masas, apela siempre a la negociación con lo que llama ‘agentes sociales’, saco en el que mete por igual a sindicatos y patronales, cuando no a asociaciones de usuarios, asociaciones profesionales, u otras instituciones, o directamente a los lobbys financieros y especulativos. De este modo se nos pretende vender la falsa neutralidad del gobierno (y del estado) respecto a los conflictos económicos y de clases sociales, cuando la realidad es que las élites políticas comen casi siempre de la mano de quienes detentan el poder económico de las sociedad: los muy pocos que viven a costa del resto.
Pero la CNT no es ingenua, aunque sí genuina. Para la CNT los verdaderos y únicos agentes sociales no pueden ser si no las agrupaciones y colectivos de la sociedad civil que se preocupan por el bienestar social de las personas explotadas, oprimidas o empobrecidas. Por ejemplo, quienes luchan contra los desahucios, por una vivienda digna, contra la pobreza energética, por la ampliación y extensión de los derechos sociales, por una atención primaria y una sanidad pensadas en las personas y no en el lucro, contra la educación católica subvencionada, por una escuela pública democrática que prioriza la diversidad y el pensamiento críticos, por el ecologismo social construido desde abajo y contra las corporaciones energéticas, que postula la producción y el consumo de proximidad, quienes defienden y luchan por la igualdad en los cuidados, por un feminismo de clase, contra las múltiples brechas salariales y las muchas violencias que padecen las mujeres… Todas las iniciativas comunitarias que trabajan desde la horizontalidad por el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas trabajadoras, son firmes candidatos a la interlocución para la transformación social. Por lo tanto un largo elenco de luchas, de espacios autogestionados, de autoorganizaciones reivindicativas, son los verdaderos agentes sociales y motores de concienciación y cambio. Y la CNT se siente cómoda siendo también un agente social con otras muchas organizaciones.
No nos convencen las leyes que endulzan las desigualdades o edulcoran los conflictos latentes, o pretenden pasar página de los conflictos reales. La CNT quiere siempre ir más allá de lo posible, pero sin perder de vista el más acá de las necesidades que acucian a las gentes.
La CNT no es ingenua, aunque sí genuina: no nos convencen las leyes que endulzan las desigualdades o edulcoran los conflictos latentes, o pretenden pasar página de los conflictos reales. La CNT quiere siempre ir más allá de lo posible, pero sin perder de vista el más acá de las necesidades que acucian a las gentes. Por esto no somos ingenuos, aunque sí genuinos, pues aunque el conflicto laboral sea el epicentro de las luchas de la CNT, no nos pensamos como epicentro de todas las luchas, ni siquiera de las específicamente sindicales. Nos sabemos a penas una gota de rebeldía en un océano turbulento, pero queremos ser muchas más gotas tiñendo de morados, rojinegros y arcoriris las aguas oscuras que nos pretenden uniformar, algoritmizar, y reclasificar.
La CNT no es ingenua, por supuesto, pero sí es radicalmente genuina en su ideario, en su historia y en sus modos de ser y de hacer. Aportamos a la emancipación social aquello que nos define y por lo que luchamos: autonomía y solidaridad. Autonomía para el desempeño autoorganizado de acciones, autonomía para el máximo desarrollo de capacidades de cada cual, autonomía para rechazar cualquier intento de manipulación, autonomía para poder equivocarnos y aprender, incluso, de nuestros errores. Y solidaridad, imprescindible para poder extender la autonomía en las luchas, en los espacios autogestionados, en los conflictos de clase, en las maneras de decir y actuar. La solidaridad nos hace fuertes, nos anima y nos reconforta, nos financia y nos procura recursos, nos articula como organización que practica la democracia directa.
La CNT nunca podrá pecar de ingenua, aunque siempre le tentará el ser genuinamente libertaria, pues sólo la ética de la libertad nos conciencia y nos conmueve. Contra el capitalismo, el autoritarismo, el conservadurismo y el patriarcalismo dominantes luchamos.
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