DOSIER Esto está que arde | Ilustración de Rubén Uceda | Extraído del cnt nº 433
Cada año accedemos al contrato mediante una serie de pruebas, las ofertas salen en internet y hay que estar atentos ya que tienen unos plazos y fechas para inscribirse, luego te avisan de que día será y las hacemos. Las pruebas para una ELIF (Equipo Lucha Contra Incendios Forestales), es decir una helitransportada, con la que no podemos salir de la comunidad de Castilla y León, consisten en correr 2,4 km en 11:30 como límite, hacer una línea de defensa (cavar a suelo mineral) para cortar la continuidad del combustible en caso de que el fuego viniera de uno de los lados de dicha línea, un examen teórico tipo test, y entrevista personal. Una vez superadas las pruebas, firmamos un contrato por obra y servicio, ilegal desde la última reforma laboral, que dura desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre para el 80% del operativo contra la lucha de incendios forestales de Castilla y León. Periodo establecido por el riesgo de incendio, según la Junta, Quiñones considera que tener a las cuadrillas más tiempo es innecesario y un despilfarro económico y que la culpa del estado de nuestros montes es del ecologismo.
Si les gusta como trabajas te pueden alargar 15 días la campaña a eso se le llama post-campaña, hay gente que empieza un mes antes, a eso se le llama pre-campaña, pero la inmensa mayoría tenemos contratos de 3 meses.
Convenio forestal
Según el convenio forestal, no podemos estar más de 12 horas de servicio en un incendio, y tenemos que tener 12 horas de descanso entre una jornada y otra. Pero la realidad es que llegamos a estar 24 horas dentro de los incendios, sin apenas comida y agua, como ocurrió este verano en Zamora.
En el caso de la helitransportada tenemos 4 días de trabajo y 2 de descanso. Con turnos de mañana y tarde, los horarios van variando según el ocaso, con disponibilidad 24 h los días que trabajas y la obligación de acudir en media hora a nuestro puesto de trabajo como mucho desde que contestamos a la llamada.
Tenemos la categoría profesional de peón especialista, lo cual hace que cobremos menos, que el convenio no corresponda a nuestro trabajo y un largo etc. de irregularidades.
Estamos subcontratados por empresas privadas, es decir la Junta contrata a empresas para que tengan personal y medios, como ya sabemos la empresa privada lo que busca es el máximo beneficio, para ello ahorran en pagas extras, en tener herramientas como azadas, pulaskis (hacha con azadas), batefuegos, mochilas extintoras en estado pésimo, que al poco de usarlas se rompen, o están «apañadas» de otros años por otros compañeros con bridas, gomas cintas… presionan a la gente para que cuando cojan una baja se incorporen cuanto antes a través de la mutua, y así obtienen el máximo beneficio.
Al principio de la campaña nos dan 2 camisetas y 2 buzos ignífugos (uno del año pasado «higienizado» y otro nuevo), llevamos botas y guantes ignifugos y guantes de obra, casco, gafas oscuras anti proyecciones, gafas de extinción (de pésima calidad) y casco. EPIS que pueden no ser suficientes para el riesgo que corremos. Siempre tenemos en mente un protocolo de seguridad que consiste en: Observación. Atención. Comunicación. Escape. Lugar Seguro (OACEL).
Depende de a qué monte vayamos, hay pinares, bosques de frondosas, pastos, matorral, pero por lo general está muy poco cuidado con una gran densidad de combustible vegetal, algo que se resolvería si las cuadrillas trabajáramos podando, desbrozando haciendo sacas y cuidando caminos, corta fuegos y accesos a puntos de agua durante todo el año, y cada año nos lo encontramos más seco debido a la crisis climática.
Yo siempre pensé que no había que tocar los bosques, que la naturaleza lleva muchos siglos aquí antes que nosotros y que ella sabría lo que hay que hacer por su propia cuenta, el problema es que hemos modificado tanto el entorno, que hoy en día es necesario estas labores de selvicultura, como las claras y clareos (sacar leña del monte), desbrozar y las podas en altura, también se ha de tener en cuenta que los cortafuegos y caminos, sino se mantienen limpios se vuelven a poblar con especies heliófilas (que les gustan la luz) como el brezo, y que al poco tiempo vuelve a estar lleno de combustible por lo que no sirven para frenar el fuego en caso de incendio forestal. Esta situación de abandono, hasta los años 60 no pasaba porque la gente vivía en los pueblos y eran esos pobladores los que cuidaban el monte con diferentes aprovechamientos como, sacando la leña, con el ramoneo del ganado limpiaban el matorral, con sus pisadas y cuidados mantenían caminos la mayoría desaparecidos.
Depende de a qué monte vayamos, hay pinares, bosques de frondosas, pastos, matorral, pero por lo general está muy poco cuidado con una gran densidad de combustible vegetal, algo que se resolvería si las cuadrillas trabajáramos podando, desbrozando haciendo sacas y cuidando caminos, corta fuegos y accesos a puntos de agua durante todo el año, y cada año nos lo encontramos más seco debido a la crisis climática.
Muchas de las sierras de Castilla y León se encuentran repobladas por diferentes especies de pinos que se plantaron a mediados del siglo xx, como la Sierra Culebra, en la mayoría de los casos son plantaciones mono específicas que no están teniendo el cuidado que necesitan encontrándose en muy malas condiciones, favoreciendo la propagación del fuego, muchas de estas especies no corresponden a ese hábitat si no que se plantaron ahí sustituyendo a las originarias que en la mayoría de lugares eran frondosas (encinas, robles…) ya que estas tardan más en crecer y al usarse para aprovechamiento económico son más interesantes las otras.
Los que hemos empezado este año vemos como en 6 horas mal dadas de prácticas nos envían al infierno de los incendios, sin hacer las prácticas suficientes de tendido de mangueras, sin haber hecho marchas con las mochilas de 20l que deberíamos estar acostumbrados a llevar ya que luego en el mejor de los casos las llevaremos durante más de 10 h., sin haber embarcado y desembarcado en el helicóptero algo bastante peligroso cómo para que no te den ni unas nociones mínimas ni prácticas antes de estar supuestamente preparado para encomendar esa tarea.
Esto sumado al olvido del mundo rural, al estado de nuestros montes y a la temporalidad de los contratos llevan a que la gente cambie de trabajo y los que nos queremos quedar, cuando alcanzamos un mínimo de preparación, nos mandan al paro perdiendo y olvidando la práctica ganada para el año que viene.
Si trabajáramos todo el año con labores necesarias cómo la prevención, limpiando cortafuegos y creando nuevos puntos de agua, haciendo rutas de acceso para las brigadas, podando y limpiando los bosques y con unas condiciones dignas no se darían estos incendios tan virulentos, la gente que más campañas lleva, no abandonaría el operativo y sobre todo no estaríamos lamentando las 3 muertes de este verano en Losacio.
Las reivindicaciones que tenemos desde la ATIFCYL (Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León) son muy claras y no nos conformaremos con menos, categoría de bomberos forestales, empleo público y operativo todo el año, a demás de la dimisión del consejero del medio ambiente y el director del patrimonio natural.
¡Dignidad laboral para el bombero forestal! Operativo 100% público, categoría profesional y trabajo durante todo el año.
La entrada La Junta nos quema se publicó primero en Confederación Nacional del Trabajo.