El pasado 23 de febrero, cuándo se cumple el primer aniversario de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, la Plataforma Córdoba por la Paz, de la que forma parte la CNT, convocó una concentración en el centro de la ciudad para mostrar su solidaridad con las víctimas de la guerra, rechazar la invasión por parte del ejército ruso de territorio ucraniano, exigir que se le ponga fin y la retirada de las tropas rusas y la búsqueda de una solución negociada que permita una paz duradera, rechazando el envío de armas que alimenten la guerra, la carrera armamentística la política de bloques y la OTAN.
En la concentración han participado diferentes colectivos cordobeses. Tras la lectura del manifiesto conjunto de la plataforma han intervenido representantes de colectivos de la plataforma , en concreto de Ecologistas en Acción y de CNT.
La intervención de CNT ha denunciado las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania que tras un año de guerra solo ha servido para provocado decenas de miles de muerto y heridos, millones de personas desplazadas y un país destruido sin haber dado solución a ninguno de los conflictos que padecía Ucrania, multiplicando la destrucción y la muerte. También se ha llamado a la solidaridad con las víctimas de la guerra, especialmente con el pueblo de Ucrania, sin olvidar a los miles de muertos y heridos que acumula Rusia, en muchos casos ciudadanos rusos obligados a luchar como carne de cañón de las ambiciones imperiales de Putin.
Desde la CNT se ha llamado, frente al entusiasmo militarista de los gobiernos a la solidaridad popular con quienes en Ucrania hacen frente a la guerra y sus consecuencias, especialmente con aquellos que impulsan formas de resistencia civil contra la agresión rusa, con las redes de apoyo para sostener los servicios básicos, con quienes acogen a personas refugiadas, con quienes huyen de la guerra y del reclutamiento forzoso y con quienes denuncian y documentan crímenes de guerra. También con los sindicatos y organizaciones de base que luchan contra la corrupción, los recortes de libertades y de derechos laborales frente a las élites ucranianas y su intento de dar una nueva vuelta de tuerca neoliberal al calor de esta guerra.
Desde la CNT se ha llamado también la solidaridad con quienes, en Rusia, resisten a la guerra puesta en marcha por su gobierno, con quienes desertan y sabotean el esfuerzo de guerra y las campañas de reclutamiento. También se ha reclamado el respeto de la objeción de conciencia en Ucrania.
Respecto a la política de los gobiernos occidentales, la UE y la OTAN, desde CNT se ha mostrado el rechazo al doble rasero con que abordan las relaciones internacionales gobiernos que acumulan un historial de vulneraciones y agresiones militares por ello se ha afirmado que el apoyo militar occidental al gobernó ucraniano responde más a los intereses estratégicos de las élites occidentales y de la industria militar en un marco de enfrentamiento entre potencias imperialistas , capitalistas todas ellos que a la defensa de la solidaridad y de una legalidad internacional que tantas veces han pisoteado. Se ha denunciado como , una vez más y en tiempo récord, se han movilizado miles de millones de € en gasto militar mientras los retos ambientales, el cambio climático, el sostenimiento de los servicios públicos, la reducción de la pobreza y decenas de guerras y atropellos contra la legalidad internacional son sistemáticamente olvidados.
Se ha expresado la negativa a asumir que rearmarse para alimentar la guerra y la escalada militar sea la única opción disponible para dar una salida justa a este conflicto. Precisamente la política militarista, de fortalecimiento y expansión de bloques militares como la OTAN y el seguidismo de la política intervencionista de EE. UU. no han servido para evitar esta guerra, sino todo lo contrario, han consolidado a una figura como Putin, que, a su vez, con esta guerra, ha revivido una organización mortecina como OTAN. Putin y la OTAN, La OTAN y Putin se necesitan y refuerzan mutuamente
Reconociendo el derecho de la ciudadanía de Ucrania, como todos los pueblos del mundo, a resistir las agresiones y a autodeterminar su futuro más allá de injerencias externas y de los intereses de unas élites que alineados con unos u otros, desde CNT se ha defendido la necesidad de buscar alternativas no militares defendiendo que la continuidad de la guerra y una escalada militar solo servirán para alargar el sufrimiento y la destrucción de Ucrania, sin garantías de alcanzar una solución justa y duradera a esta guerra.
Por último, se ha recordado que la solidaridad entre la clase trabajadora, y el fortalecimiento de los lazos con aquellos sindicatos y movimientos sociales que en Rusia , Ucrania y en toda Europa, trabajan por una sociedad más justa y más libre, y se enfrentan a las derivas más militaristas, ultranacionalistas e imperialistas es el mejor antídoto contra la guerra.
La intervención ha finalizado con la reivindicación de la puesta en libertad inmediata del periodista Pablo González, preso sin juicio desde hace un año en Polonia, y que está viendo vulnerados sus derechos civiles sin que el gobierno haga nada al respecto.
A la concentración acudió un grupo de estudiantes ucranianos, si bien no compartían algunos de los lemas de la convocatoria, quisieron estar presentes en el acto con fotografías de la destrucción provocada por la guerra en su país, al final del acto se pudo intercambiar con ellos algunas palabras para trasladarles nuestra solidaridad.