Es el precio que cobra la élite burocrática de CCOO y UGT por los servicios prestados: mantener la paz social y colaborar con gobierno y patronal a cambio de seguir manteniendo sus privilegios.
Kaos. Laboral y Economía
Desde el año 2006, los ingresos de los dos sindicatos por las principales subvenciones estatales crecen en torno a un 50% acumulado. En los dos últimos años, ya en crisis, suben un 10%.
Los sindicatos no sufren con el mismo rigor que el resto el avance de la crisis. De hecho, algunas de sus principales subvenciones procedentes del Gobierno central han hecho caso omiso de las dificultades presupuestarias para permitir que desde el año 2006 los incrementos acumulados asciendan a casi un 50% -un 10% desde 2007- para los dos principales sindicatos. Mientras, los salarios lo han hecho en torno a un 10% acumulado en tres años y un 7% en los últimos dos ejercicios.
Así, la suma de la subvención por actividades formativas y sindicales, la concedida por labores consultivas del Ministerio de Trabajo y la correspondiente a la participación en la mesa de la función pública arroja unos saldos un tanto reveladores. Si se toman los importes percibidos en los años 2007 y 2008 por estos conceptos, los cobros de CCOO se han incrementado un 11,2% y los de UGT un 9,9%. Por ver una comparación con otra de las fuerzas sindicales, por ejemplo USO, que se ha mostrado claramente más combativa que las anteriores con el Gobierno, su incremento de ingresos en ese mismo periodo se limita al 1,6%.
Si se incluyen en el cálculo los importes percibidos desde 2006 los incrementos se disparan: CCOO gana un 50,1% más por estos conceptos, UGT un 46,8% y USO (que en 2006 aún estaba incluido en algunas de las mesas sindicales de las que posteriormente saldría) un 40,9%.
La reforma oficial de los criterios de pago ha reforzado a sindicatos nacionalistas
Alguien podría pensar que se trata, sin más, de un avance de las cifras correspondiente a un incremento del número de delegados sindicales de estas dos organizaciones que, al conferirles más representatividad les permite acceder a más subvenciones. Pero lo cierto es que las normas han sido modificadas por el Gobierno provocando estos incrementos de fondos. Así, por ejemplo, las subvenciones concedidas en 2006 -y diseminadas en el BOE-por la participación en la Mesa General de la Función Pública beneficiaban a 7 sindicatos. El importe total entregado por el Gobierno para todos ellos se situó en 231.330 euros.
Sólo está en poder de cada organización la cifra concreta que ha recibido. Fuentes sindicales aseguran que a UGT y CCOO le corresponden cerca del 40%, respectivamente, de la cantidad total. Este periódico ha intentado confirmar sin éxito las cifras con los sindicatos.
En los años 2007 (fecha real de inicio del debilitamiento económico) y 2008 (cuando estalla la recesión), sólo cinco sindicatos pasaron a cobrar por este concepto, entre ellos, por supuesto, CCOO y UGT y también ELA, de origen vasco (Euzko Languilleen Alkartasuna). Y, pese a que eran claramente menos a cobrar, el importe se multiplicó por cinco veces y media hasta sumar 1.255.970 euros y 1.281.090 en cada uno de esos años. Uno de los sindicatos que salió de la mesa en ese periodo fue USO, actualmente el único que ha incidido en el maquillaje de las cifras oficiales del paro.
La salida de USO de aquella mesa no fue casual. El Gobierno endureció en aquel momento sus exigencias para formar parte de este foro pidiendo, además de la representatividad del 10% tradicionalmente exigida, requisitos de presencia autonómica y local, lo que ha reforzado la presencia de ELA.
Los sindicatos se remiten a las cifras publicadas en los Presupuestos Generales del Estado y en el BOE, pero aseguran no tener computado el total de subvenciones recibidas. “El dato existirá, pero llevaría mucho trabajo, pues hay que mirar las 17 federaciones, todas las organizaciones, que llevan distinto CIF…”, dicen desde CCOO.
Y además, pagos por el patrimonio franquista
Las ayudas no acaban en las subvenciones. El PSOE, además, ha prometido un nuevo pago a los sindicatos, con la idea de zanjar cualquier posible foco de enfrentamiento en momentos de crisis. Si el Partido Socialista, fuerza con mayor representación en el nuevo Parlamento, cuenta ya directamente con responsables de UGT en sus equipos electos, ahora pretende saldar cuentas con CCOO. Así, abordará la devolución del patrimonio sindical acumulado y generado en la etapa de Franco, que puede suponer un fuerte desembolso, como adelantó EXPANSIÓN el 17 de marzo de 2008.
En concreto, los socialistas se han comprometido a “abordar una solución definitiva para la devolución del patrimonio sindical acumulado, generado durante los años de la dictadura con las aportaciones obligatorias de empresarios y trabajadores”. Para ello, el PSOE asumió como requisito crear “una comisión de expertos nombrados por la Administración, las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales, que analice la situación y formule propuestas de actuación en la materia”.
Ya en la pasada legislatura, el Gobierno socialista puso punto final al proceso de devolución del patrimonio sindical histórico, por los bienes supuestamente incautados tras la Guerra Civil, que beneficio CNT, ELA-STV y, en especial, a UGT, que recibió 149 millones de euros.