Una vez más el pueblo griego ha estado contra la espada y la pared presionado por el FMI, BCE y Comisión Europea. Los poderes que siguen rigiendo los destinos de los estados europeos y las políticas económicas que en estos se deben imponer, como algo inevitable y sin alternativa. A la Troika no les ha bastado con los años de duros recortes a los que han sometido al sur de Europa, y al pueblo griego en concreto, y con haber llevado a la pobreza a miles trabajadoras/es griegos, que han sido los que han soportado las duras medidas económicas impuestas por la UE con Alemania a la cabeza. Además de esto, quieren que se implementen esas mismas políticas neoliberales que les han llevado al más absoluto desastre humano y social con más recortes a las clases populares, menos gasto social, y exigiendo pagar una deuda ilegítima y con unos intereses desorbitados. Pero l@s griegos han respondido a las amenazas y el chantaje con un rechazo a las medidas de austeridad y recortes impuestas por la Troika. El pueblo griego ha sido el primero del continente en pronunciarse públicamente contra las políticas de los poderes financieros y han dejado claro su mensaje. Las políticas que han sido aplicadas por la UE a Grecia y los países del Mediterráneo no son algo aislado o nuevo, es la vieja receta neoliberal que se lleva aplicando décadas en un gran número de países y que ha tenido funestas consecuencias para millones de personas. El capitalismo y sus poderes económicos han mostrando en los estados del sur de Europa más castigados por la crisis su verdadero rostro con las políticas más regresivas y ultraconservadoras desde hace años, que nos están haciendo retroceder en derechos sociales, libertades y capacidad de decisión sobre nuestro futuro. Ahora les ha tocado al pueblo griego y más tarde nos tocará a otros.
