Y entonces sucedió: de un día para otro, el militarismo de la OTAN y el neoestalinismo capitalista de Putin nos devolvieron a la pesadilla de la Guerra Fría que ingenuamente creímos ya superada.
Misiles intercontinentales, III Guerra Mundial, Guerra Nuclear, destrucción del género humano…, volvimos a escuchar palabras terribles ante nuestra estupefacción mientras políticos irresponsables jaleaban la escalada de muerte al tiempo que, sin duda, verificaban los sistemas de ventilación de sus búnkeres antinucleares.
La OTAN nació como instrumento del único Estado que ha usado armas nucleares, el único Estado que en sendos crímenes contra la humanidad, atroces y nunca juzgados, ha arrasado dos ciudades indefensas con bombas atómicas. El Estado que sembró el terror durante décadas en América Latina, el Estado que masacró Vietnam e Irak, el Estado que promueve dictaduras desde el Magreb a Arabia. El Estado cuyas petroleras nos llevan al desastre con el calentamiento global. Paradógicamente, la OTAN se presenta a sí misma como solución a los problemas que su propia existencia crea. Porque sin la OTAN no hubiera comenzado la actual guerra de Ucrania. Bien es cierto que el militarismo de Putin representa una amenaza…pero es que Putin y la OTAN no son cosas distintas, sino dos caras de la misma moneda. La organización militar se frota las manos con la perspectiva de una guerra larga en Ucrania que enriquecerá a sus traficantes de armas, al tiempo que debilita a Rusia mientras la gente ucraniana sufre muerte, exilio y miseria. Si la agresividad de la OTAN permite a Putin justificar su rearme y totalitarismo a costa de la vida de la juventud y la inseguridad cotidiana en Rusia, no es menos cierto que todo ello ha reforzado a la propia OTAN. Mientras esta organización militar pone la guerra, nosotras, la clase obrera, ponemos nuestras vidas. Y no estamos dispuestas.
Como anarcosindicalistas, volvemos a rechazar sus guerras y, por ello, llamamos a toda la CNT y a toda la clase obrera a movilizarse contra la OTAN y contra el seguidismo del gobierno español a esta organización que precariza nuestras vidas, al tiempo que nos convierte en objetivo bélico nuclear.
Sí, porque la OTAN no renuncia al uso del armamento nuclear, alertamos del peligro que esto supone para la paz y la seguridad mundial e, incluso, para la mera supervivencia del género humano, por lo que abogamos por la disolución de esta institución criminal, así como el desmantelamiento de todo el arsenal atómico.
- Queremos la reducción del presupuesto militar hasta su extinción, pasando estas partidas presupuestarias a estar destinadas a salud, educación, cuidados y tránsito hacia una economía sostenible y social descarbonizada.
- Abogamos por el total desmantelamiento y reconversión de toda la industria militar.
- Exigimos el cierre de las bases militares de la OTAN y la desnuclearización de la Península Ibérica como garantía de seguridad ante un conflicto entre potencias, en el que no tenemos nada que ganar y cuyas consecuencias serían absolutamente catastróficas.
- Exigimos la acogida de todas las personas refugiadas vengan de donde vengan y el fin del apoyo a dictaduras como la de Erdogan.
La OTAN, a la que pertenece el estado turco, es directamente responsable de las violaciones de los Derechos Humanos que perpetra la dictadura de Erdogan en el Kurdistán.
Desde la CNT exigimos el respeto a la libertad de todos los pueblos sin usar diferentes varas de medir según los intereses del amo de turno, por lo que apoyamos al pueblo ucraniano como lo hacemos con el kurdo, afgano, sirio, saharaui, palestino o rifeño o con nuestras compañeras zapatistas y demás pueblos de América Latina. Cualquier intento del poder de lucrarse con la sangre de nuestras compañeras nos tendrá enfrente.
Consideramos que, ante la subida del coste de la vida, el agotamiento de los recursos y la crisis climática que ya estamos sufriendo, las prioridades deben ser completamente opuestas al militarismo y por tanto a la OTAN.
En este capitalismo terminal, las opciones son cada vez mas claras: el capital o la vida. Ante esta crucial disyuntiva, en la CNT siempre lucharemos por la vida.
Por ello, te animamos a movilizarte el próximo 26 de junio… y todos los días por la paz, contra las guerras, contra la OTAN, contra el militarismo, por la vida…
¡¡NO A LA OTAN!!
¡¡NO A LAS GUERRAS!!
¡¡BASES FUERA!!
¡¡NO AL PRESUPUESTO MILITARISTA!!
POR NUESTRA VIDA
La entrada Sus guerras, nuestra muerte, nuestra miseria se publicó primero en Confederación Nacional del Trabajo.