¡¡¡TODAS CONTRA LA GUERRA!!!
No al riesgo nuclear. Gobierno cómplice. Salgamos de la guerra.
Nos enfrentamos a un riesgo mortal: el riesgo de una guerra nuclear. En estos momentos nos encontramos en una lucha por la vida. Y la vamos a ganar.
Por ello convocamos a todos los andaluces a manifestarnos en SEVILLA, EL PRÓXIMO 12 DE NOVIEMBRE, A LAS 12 HORAS, DESDE LAS SETAS DE LA ENCARNACIÓN HASTA SAN TELMO, junto con el resto de plataformas ciudadanas andaluzas, para dejar claro que la paz es el camino.
La mayor parte de la humanidad desea vivir en paz. Desea con todo su corazón que pare esta locura y, por tanto, aguarda con esperanza el inicio de un movimiento masivo contra la guerra que ponga la vida en el centro.
Por esta razón, la Plataforma Andalucía por la Paz nace con el objetivo de hacer un llamamiento a la ciudadanía para que alce su voz contra una escalada que conduce directamente, en el mejor de los casos, a la muerte de miles de ucranianos y rusos y a la pobreza de millones de personas de todo el mundo. En el peor, a una Tercera Guerra Mundial de dimensiones nucleares.
Desde hace años vivimos una nueva Guerra Fría que, poco a poco, ha ido elevando su temperatura hasta alcanzar, en la actualidad, el mayor riesgo de utilización de armas atómicas desde la crisis de los misiles de 1962. Esto se ha ido manifestando en la creciente militarización de Europa del Este por parte de la OTAN, y de EEUU en particular en el Pacífico, donde ha firmado una nueva alianza (AUKUS) con Reino Unido y Australia en preparación a un posible enfrentamiento con China. En un mundo capitalista como el que vivimos es inevitable que cada potencia tenga que confiar su supervivencia a la guerra por las zonas de influencia. En este caso, Ucrania es la víctima de la competencia entre Occidente y Rusia, lo cual ha supuesto un conflicto abierto que comenzó en 2014 con el Euromaidán y la consecuente guerra civil que ha venido desangrado Donbass, situación que se ha visto agravada desde la agresión rusa a territorio ucraniano.
Las consecuencias de la escalada beligerante que vivimos no es únicamente esta guerra, en la cual la población ucraniana se ha visto obligada (como ocurre en todas las guerras) a dirigirse al campo de batalla por la acción de gobiernos al servicio de industrias armamentísticas,
grandes corporaciones financieras e industrias energéticas. Las consecuencias, una vez más, podremos comprobarlas en forma de hambrunas y pobreza en las zonas del planeta más desfavorecidas y, ahora, incluso en Europa. Porque vivimos también una guerra económica, mediante la cual EEUU pretende evitar su descalabro como primera potencia mundial tratando de impedir, especialmente por parte de Europa, cualquier alianza comercial con Rusia y China.
Por lo que respecta a nuestro país, el PSOE, que alardea de formar el gobierno más progresista de la historia, y que ya consiguió que permaneciésemos en la OTAN en 1986, cuarenta años más tarde pretende que aceptemos sin rechistar un aumento sin precedentes en el presupuesto armamentístico por exigencia de los mandamases de la Alianza Atlántica, aunque en la actualidad con el vergonzoso agravante de que colaboran ministros que pertenecen a partidos históricamente contrarios a esta organización. Mientras años atrás abanderaban las campañas anti-OTAN, hace escasos meses hicieron de anfitriones de los militares en la cumbre de Madrid. Los que anteriormente nos presentaban una imagen de pacifismo ahora nos animan a callar frente a la mayor amenaza nuclear en décadas y nos quieren convencer de que las guerras se solucionan con más armas. Europa, que encontró su mayor unión en la lucha contra el nazismo, en estos momentos cruciales pretende solucionar sus problemas armando y financiando a los que no esconden sus esvásticas.
Por su parte, la UE ha tenido que ir deshaciendo las alianzas comerciales que le garantizaban el suministro energético, quedando a merced del fracking norteamericano, mucho más contaminante en la extracción y el transporte y que nos provoca una inflación descontrolada por su alto precio. Cada vez más voces en el pueblo europeo, e incluso en sus gobiernos, comienzan a exigir una soberanía de la política europea sin interferencias ni chantajes. ¡Unámonos por ello a las protestas de Francia, Chequia o Alemania y hagamos un frente común contra esta política!
La venta de armas es un negocio en auge que, para algunos políticos, puede ayudar a salir de la crisis económica. Pero tiene la terrible consecuencia de arruinar la vida de otros países, de otras personas. No en vano, Estados Unidos organiza, más o menos evidentemente, guerras en naciones que quedan endeudadas por los destrozos causados. Vivimos de nuevo en crisis y ¿otra vez pretendemos sobrevivir con el negocio de las armas?
Por todo ello, la Plataforma Andalucía por la Paz hace un llamamiento a la población a conocer el negocio de la guerra. Llamamos a la gente a trabajar por otras empresas que creen riqueza sin destruir a la humanidad, que sean sostenibles para el planeta, que construyan el bien común y no el de unas pocas personas. Exigimos a la UE que no lleve a cabo una política militar y económica al servicio de los intereses de los EEUU y de las industrias armamentísticas. Exigimos a este gobierno que nos saque de esta guerra, porque las razones de las guerras no se dicen claramente a la ciudadanía. Exigimos el diálogo y la negociación como única solución a la guerra.
Nos vemos en las calles
¡¡¡TODAS CONTRA LA GUERRA!!!